Lionne.

Tú...

No eres tu nombre. No eres tu empleo.

No eres la ropa que vistes ni el lugar en el que vives.

No eres tus miedos, ni tus fracasos... ni tu pasado.

Tú... eres esperanza.

Tú eres imaginación.

Eres el poder para cambiar, crear y hacer crecer.

Tú eres un espíritu que nunca morirá.

Y no importa cuántos golpes recibas,

te levantarás otra vez.

sábado, 23 de febrero de 2013

Las tres leonas


Había una vez una chica llamada Lion. Su nombre provenía de la melena de León que lucía desde que era bien pequeña, y a veces algunas personas la llamaban Leona. Lion creció arropada por Papá Lobo, que era fuerte y maravilloso como la criatura de la que nacía su nombre, y Mamá Lobo, que era bonita e inteligente como una loba de verano. Cuando Lion era aún chiquitina vino al mundo Niñaleón, que era como un pequeño duendecillo con la misma melena de León que su hermana. Los cuatro juntos vivieron aventuras y gritaron y rieron y lloraron, y nunca nunca dejaron de quererse.

Todos crecieron y un día Papá Lobo faltó, a pesar de su valentía y su fortaleza. Mamá Lobo, Niñaleón y Lion estuvieron tristes mucho tiempo. Niñaleón creció de golpe y Lion se hizo adulta de pronto, y Mamá Lobo fue tan valiente y grandiosa que su nombre no fue suficiente y se convirtió también en una leona, majestuosa y fiera con quien se atreviera a acercarse a sus niñas.

A Lion muchas veces le faltaron las fuerzas; las fuerzas y las lágrimas, que no podía soltar porque tenía un nudo en la garganta, tan grande como el inmenso peso que llenaba su estómago, tan duro como el puño que le apretaba el pecho. Necesitó mucho los mimos de Mamá Lobo y Niñaleón, y tuvo la suerte de poder contar siempre siempre con ellas. Eran como dos bonitas leonas, cariñosas y geniales, siempre velando por Lion. La cuidaron y le mimaron la melena, que ella detestaba; le enseñaron a amarla y le secaron las lágrimas con sus manitas de terciopelo, le limpiaron las garras con las que arañaba todo a su alcance y le curaron las heridas, una a una, con muchos besos y agua caliente. Las tres fueron muy valientes y se enfrentaron al frío, al miedo y a la oscuridad, y también al vacío, impasible como el invierno, inhumano como la nada. Faltaba un lobo en el grupito de almas brillantes, y las tres leonas unieron corazones para no caer ante el viento y la tormenta. Lion se convirtió en una jovencita valiente con melena de León, pero estaba segura de que no sería nada, nada, sin sus leonas.





Algo que llevaba un tiempo
queriendo escribirles 
a mis leonas
y que decidí poner en papel
en mi última clase
de Dibujo Artístico,
escondida en un rincón
detrás de mi caballete
y con el frío del invierno
en los huesos.

12 comentarios:

Edurne Valiente dijo...

Que bonito, Kirta. Me alegra volver a leerte de nuevo.
Un besito. :)

Kirtashalina dijo...

Muchas gracias Sun ^-^
Un beso enorme (:

Anónimo dijo...

Precioso, simple, llana y grandiosamente precioso. Vivan las tres leonas.

Laura TvdB dijo...

Magnífico. No tengo palabras. Un cuento en el que a veces no todo sale bien, pero en el que podemos buscar el final feliz (no sin esfuerzo).
Precioso, Kirta. (L)

Dulce dijo...

Es muy bonito! ^^
Ha sido un placer leerlo ^^
Un besito! :D

Mrs.Exception dijo...

Muy bonito, leoncita. Me has dejado sin palabras, preciosa. Simplemente hemos podido captar, todos los que hemos leído el texto, lo que tanto tu familia como tú sentisteis cuando papá lobo tuvo que marchar.

Ikana dijo...

Pletioto o3o Cuando algo Malo sucede, es bueno tener en quien apoyarse. Si no, cae una al vacío frío y oscuro irremediablemente.

Kirtashalina dijo...

Anónimo: Muchas gracias (: Me he quedado con curiosidad por saber quién eres.

Laura: desde luego, habrá que esforzarse mucho para un final feliz >.< pero las leonas pueden con todo (:

Dulce: muchas gracias ^-^

Mrs.Exception: muchísimas gracias guapa :3 Hacía tiempo que no te veía por estos lares. Me alegro de haber transmitido algo (aunque no se acerque ni remotamente a cuánto queremos las tres leonas a Papá Lobo).

Ikana: caeremos las tres si es preciso >.< pero creo que pasito a pasito nos vamos levantando, aunque la caída ha sido devastadora.



Muchas gracias a todos, no sabéis lo que me he alegrado al ver tantos comentarios juntos (:

Anónimo dijo...

Es... sencillamente perfecto, Kirta. Un rayito de esperanza detrás de tantas desgracias.

Kirtashalina dijo...

Muchísimas gracias querido anónimo (:

Abel Jara Romero dijo...

Esa es la actitud: fortaleza, unión, apoyo y cariño.

Un hermoso relato que refleja una situación que, cuando menos esperas, te sucede.

Me alegra saber que eres de las mías poseyendo fuerza interior. Siempre se saca algo bueno de todo, incluso de las mayores desgracias como estas.

Espero que la vida te trate bien de aquí en adelante.

Un beso enorme y mucho ánimo.

Kirtashalina dijo...

Abel: A veces no queda más remedio que luchar, aunque sea por otra persona. Muchísimas gracias.