Lionne.

Tú...

No eres tu nombre. No eres tu empleo.

No eres la ropa que vistes ni el lugar en el que vives.

No eres tus miedos, ni tus fracasos... ni tu pasado.

Tú... eres esperanza.

Tú eres imaginación.

Eres el poder para cambiar, crear y hacer crecer.

Tú eres un espíritu que nunca morirá.

Y no importa cuántos golpes recibas,

te levantarás otra vez.

martes, 8 de noviembre de 2011

Hace frío


Despierto.
El reloj hace tic tac. No hay luz; es de noche todavía. Estoy envuelta en un lío de sábanas y mantas cálidas; acurrucada y encogida sobre mí misma. Me duelen las piernas. Las estiro; los pantalones del pijama resbalan sobre mi piel y me dejan las piernas desnudas desde los tobillos a la rótulas. Un millón de agujas heladas se me clavan en la carne y un escalofrío me recorre entera.
Me estremezco.
Tras unos segundos me armo de valor y me levanto de la cama. Me quito los pantalones, me pongo otros, fríos. Más fríos que mis sábanas frías. También me cambio de camiseta y me cubro los brazos y el cuello con una sudadera azul como el mar.
Salgo a la calle. Hace frío. Respiro y un halo blanco se escapa de entre mis labios. Empiezo a correr. En cuestión de minutos entro en calor. Pum, pum. El pulso me late más fuerte. Pum, pum. Comienzo a notar palpitar el corazón. Pum, pum. Doy un paso más. Pum, pum. Y entonces…
Nada.
Despierto. El reloj hace tic tac. No hay luz; es de noche todavía. Estoy envuelta en un lío de sábanas y mantas cálidas. Intento mover las piernas pero, como siempre, no me responden. Suspiro. Oigo pasos y mi madre llega.
—Buenos días, cariño —me saluda. Su voz está teñida de cansancio. Tiene unas marcadas ojeras amoratadas—. Te ayudaré a ponerte en la silla.
Levanto los brazos y ella me agarra con inusitada fuerza, alzándome sin dificultad como si fuera un frágil pajarito. Me sienta en la silla de ruedas y suspira. Suspiramos las dos.
Hace frío. El reloj hace tic tac.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

No me gusta cómo escribes.

Kirtashalina dijo...

Pues entonces no vengas a leerme (:

Abel Jara Romero dijo...

Simplemente, hermoso. Me ha encantado de verdad. A mí me ha pasado justamente eso que escribes, tenía frío u otras veces calor, pero mis pocas fuerzas me impedían aliviar mi descompuesta temperatura. Cuando por fin, mi madre me ayudaba, yo la miraba diciendo... qué desgracia el no poder ponerme y quitarme una simple prenda. Besos.

Kirtashalina dijo...

Muchas gracias Abel, en serio.
Me fue un poco complicado escribirlo al principio porque no sabía bien cómo expresarme, así que al publicarlo no estaba segura de haberlo hecho bien. Pero si te sientes identificado daré por hecho que es suficiente para transmitir algo *-*

Un beso enorme.

Nandfr dijo...

El del primer comentario de qué va? Ein?, en serio no entiendo a esa gente...
Pero bueno, sencillamente genial, muy triste, peor me ha encantado. Me has inspirado a escribir algo, a lo mejor algún día lo pongo en mi blog.

Kirtashalina dijo...

Yo al principio pensé que era mi madre (porque justo ese día me dijo que leería mi blog) para ver cómo reaccionaba ante críticas negativas, pero le pregunté y me dijo que no, que no le había dado tiempo ni a entrar xD En fin, hay gustos para todo (:
Muchísimas gracias, si lo publicas ya avisarás de qué es para que lo lea ^^

Un beso grande (: