Lionne.

Tú...

No eres tu nombre. No eres tu empleo.

No eres la ropa que vistes ni el lugar en el que vives.

No eres tus miedos, ni tus fracasos... ni tu pasado.

Tú... eres esperanza.

Tú eres imaginación.

Eres el poder para cambiar, crear y hacer crecer.

Tú eres un espíritu que nunca morirá.

Y no importa cuántos golpes recibas,

te levantarás otra vez.

domingo, 17 de octubre de 2010

Todo va a salir bien

Todo va a salir bien.

Me lo repito a mí misma una y otra vez. Todo va a salir bien. Que parezca que el mundo llega a su fin no significa nada, debo estar segura de mis prioridades, mis necesidades y mis sentimientos. Debo olvidarme de lo sucedido y pensar que todo va a ir mejor, que todo va a salir bien. Nada va a interferir en mis planes, todo va a salir según lo pensado, porque no hay nada que pueda fallar. Los engranajes de la vida encajan y las tuercas de los pensamientos están bien sujetas. Los hilos están tensos, a la espera de que algo suceda. ¿Por casualidad estoy nerviosa? Sí, pero no debería estarlo, porque todo va a salir bien. Enredo un dedo por un mechón de mi cabello y me muerdo el labio, incapaz de contener mi nerviosismo. No puedo calmar mi desbocado corazón. No puedo ralentizar mi acelerado pulso. Necesito que algo ocurra, pero nada pasa. Todo sigue igual, pero todo va a salir bien. O eso espero, al menos. Con convicción. Hay que decirlo con convicción. Cruzándose de brazos y manteniéndote firme. Sin un atisbo de debilidad, con rotundidad. Así: todo va a salir bien, todo va a salir bien, todo va a salir bien…

Pero, ¿y si no sale bien? ¿Qué pasa si todo se arruina? No sería capaz de recoger todos los fragmentos de mi corazón, reunirlos y hacerme uno nuevo. No sería capaz de ver mi vida desmoronada y volver a colocar los ladrillos del castillo que gobernaba mis pensamientos. La torre de vigilancia seguiría en pie, pero no habría un vigilante y estaría totalmente perdida, como alguien sumido en la niebla sin una fuente de luz. Todos se habrían vuelto contra mí y sería incapaz de encontrar un aliado en quien confiar. ¿Qué sería de mí?

Mi mente moriría, obligando a mi alma a abandonar mi cuerpo. Éste se fundiría con el aire o la tierra, o incluso tal vez, con el fuego. Podría también perderse en el agua, en aquellas profundidades cristalinas que embellecían el paisaje y a la vez eran el más odiado asesino. Algo bello y mortífero al mismo tiempo.

Pero nada de aquello iba a pasar, porque todo va a salir bien. Posiblemente cuando saliera del embrollo, de aquel agonizante problema, parecería cosa de chiste y me reiría de mi propia debilidad y preocupación. Posiblemente, cuando aquello acabara. Pero de momento la función no había terminado, y mis cabellos seguían enrollados a los dedos de mis manos. Mi corazón era un nudo de venas y arterias, y mi estómago se había encogido hasta alcanzar el tamaño de una gota de sangre. Mis pies y mis manos temblaban, haciendo temblar a su vez mis piernas y mi cabello, entrelazado y unido a mis falanges. Mi frente sudaba y me hacía tener las manos heladas, poniéndome la piel de gallina. Pero todo aquello no debía pasar.

Porque todo va a salir bien.

4 comentarios:

Palabras en la noche dijo...

moolaa un cojoon de kale blonkvist :)
TeQuiierooo Tataaaa

Kirtashalina dijo...

jaj TeQiierooo Tataaaaa =)

ClaryClaire dijo...

Dianuuuuuuuuuu
mu biennnn
ojala pudiera decir lo mismo de mnividaaa...es decir
q TODO VA A SALIR BIEN
aunq eso seria engañarme porq
lamentablemnte
NO TODO VA A SALIR BIEN

Kirtashalina dijo...

NO TE PREOCUPES CLARYY ESTAMOS CONTIGO =)